El legado del doctor Menendez Hevia

El jefe de la UVI de Silicosis se jubila y propone crear una unidad de hospitalización a domicilio

 

Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, para La Nueva España
Jesús Menéndez Hevia, jefe desde 1980 de la unidad de vigilancia intensiva (UVI) del Instituto Nacional de Silicosis, se jubiló el pasado día 10. Hoy será homenajeado por sus compañeros con un acto científico que se celebrará en las dependencias hospitalarias y con un almuerzo en un hotel de Oviedo.

El doctor Hevia ya ha puesto punto final a su ejercicio en la medicina pública, pero eso no significa su adiós total. Por un lado, se ha ofrecido a abrir una consulta en el centro social de Meres (localidad en la que reside), en la que atenderá a los vecinos de la parroquia de Tiñana que tengan dificultades económicas. Por otra parte, se incorporará a una policlínica privada.

Sin embargo, el especialista asturiano aspira a que su principal legado se quede en el centro sanitario en el que ha trabajado durante 35 años y del que fue subdirector entre 1996 y 2000. En su último día en activo, el doctor Hevia expuso, en el marco de una jornada científica, su proyecto para implantar en el Hospital Central de Asturias (complejo en el que está integrado el Instituto de Silicosis) una unidad de hospitalización domiciliaria.

Se trata de un modelo alternativo a la hospitalización convencional destinado a enfermos que, aun requiriendo atención especializada, no necesitan que ésta se desarrolle en un centro hospitalario. A juicio del doctor Hevia, un sistema de esta naturaleza permitiría atender a medio centenar de pacientes diarios en su propia casa, lo que acarrearía «una mayor comodidad para el enfermo y su familia y un sustancial ahorro de costes».

Ilusionado con esta iniciativa, Jesús Menéndez Hevia se desplazó recientemente al Hospital Juan Canalejo de La Coruña para conocer de primera mano un modelo de hospitalización domiciliaria que lleva dos décadas en marcha «con unos resultados óptimos», según el intensivista asturiano. Enfermos de cáncer, afectados por patologías crónicas (respiratorias, cardiacas, hepáticas, renales?), pacientes recientemente trasplantados o personas que han recibido el alta hospitalaria de forma precoz configuran algunos de los colectivos susceptibles de beneficiarse de este sistema.

El dispositivo propuesto por el doctor Hevia estaría dotado de cuatro médicos, siete enfermeros, un auxiliar de clínica y un asistente social. Cubriría el área sanitaria de Oviedo, en la que residen unas 343.000 personas. El especialista ha planteado este modelo tanto a la gerencia del Hospital Central como a la del Servicio de Salud (Sespa), si bien aún no ha recibido respuesta.

«Entiendo que un sistema de estas características reúne una serie de ventajas irrenunciables y supone una puesta al día en el plano técnico, una mayor confortabilidad para el enfermo y su entorno y un mejor empleo de los recursos para la Administración», enfatiza el médico asturiano.