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¡¡¡ CARCELEROS!!!

 

 

  Cinco delegados de CCOO han sido denunciados por el gerente del HUCA, Mario González González, y están citados a declarar en calidad de imputados por un delito de coacciones, penado con hasta tres años de cárcel, el próximo martes, 7/10/2008 a las 10.30 h., ante el Juzgado de Instrucción nº 3 de Oviedo. Los hechos que motivaron esta denuncia tuvieron lugar el día 3/3/2008 durante el primer día de la huelga convocada por la Federación Asturiana de Sanidad y Servicios Sociosanitarios y que tuvo lugar del 3 al 7 de marzo con el fin de reivindicar el cumplimiento de una larga lista de demandas que la sanidad asturiana tiene pendientes desde hace mucho tiempo: convocatoria del concurso de traslados y de la ope con la inclusión de todas las categorías, creación de nuevas categorías, mejoras retributivas para todo el personal que incluirían también el precio de las guardias… asuntos aún pendientes que han motivado el actual proceso de negociación que parece que se ha desbloqueado en la reunión del pasado viernes. Es decir, reivindicaciones antiguas y legítimas que han seguido negociándose hasta llegar hace unos días a un principio de acuerdo sobre los puntos principales. Sin embargo, el director gerente del HUCA, que había tomado posesión recientemente de su cargo, decidió que una manera razonable de solucionar el conflicto era intentar meter en Villabona a varios delegados que no hacían más que lo que se hace en toda huelga: informar a los trabajadores e intentar que se incorporasen a una movilización cuyos objetivos redundarían en beneficio de todos. Hay que tener en cuenta que nos habían sido impuestos unos servicios mínimos abusivos, no negociados con el comité de huelga. Cuando estos delegados acababan de empezar a ejercer este derecho democrático se personó la Policía Adscrita a Tini Areces, la cual ya no nos abandonó un instante hasta que se terminó la huelga. Con la presencia de estos funcionarios en número superior a la de los delegados difícilmente podrían estos coaccionar a nadie y el trabajo se realizó con normalidad: el que quiso, secundó la huelga y el que no, siguió trabajando. Es decir, ahora la consejería dispone de efectivos policiales que asumen una función que no viene en ninguna de las disposiciones legales por las que fueron creados: reventar huelgas. ¿Serán utilizados en la que el SIMPA ha convocado para la próxima semana? ¿Aparecerán a la puerta de los quirófanos para obligar a los cirujanos a operar bajo la amenaza de detención?

  Sin embargo el Sr. Mario González reaccionó como era de esperar en un directivo que encontró gran oposición dentro de la propia FSA para su nombramiento. No en vano es un funcionario afín al PP que ejerció importantes cargos en la sanidad Asturiana y de Castilla y León. Parece ser que el PSOE tiene dificultades para encontrar entre sus filas a profesionales capacitados que puedan hacerse cargo de responsabilidades tan importantes y ha de poner la joya de la corona de la sanidad asturiana en manos de la oposición. Tampoco es que queramos decir que el carácter autoritario es algo exclusivo de los simpatizantes de la derecha, esta consejería es buena prueba de ello. Quizá esta sea la causa de que un gerente tome una decisión tan arbitraria y poco conciliadora. Resulta chocante que, por un lado, la consejería haga llamamientos desesperados a la negociación y que intente desactivar unas movilizaciones con substanciales concesiones y, por el otro, pretenda meter a aquellos con los que negocia en la cárcel por un conflicto que se hunde en el pasado. Otra posibilidad es que la consejería no esté al tanto de la iniciativa de su gerente, lo cual sería aún más preocupante, puesto que querría decir que no controla a personajes que están poniendo palos en las ruedas del carro de una sanidad plagada de graves dificultades, para debilitar más aún un gobierno que ya nació muy débil y con importantes problemas de gobernabilidad. Es lo que pasa cuando se introduce un topo en la organización, nunca sabes para quien trabaja. Lo cierto es que parece que se sigue en la línea marcada por otros casos recientes: la criminalización de las relaciones laborales. Es el signo de los tiempos: mucho palo y poca zanahoria. No creemos que la represión sea la mejor manera de resolver conflictos. Por esto te pedimos que apoyes a nuestros compañeros y acudas a la concentración que tendrá lugar enfrente de los Juzgados de Llamaquique el martes, día 7 de octubre a las 10.30 h.

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