UN PUESTÍN, POR FAVOR
Decía Don Vicente Alberto Álvarez Areces cuando inauguraba las obras del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias, que iba a ser el gran dinamizador de empleo de la comarca de Oviedo y de Asturias en general. A fecha de hoy y a varios años de su inauguración ya lo es; esta sirviendo para colocar en un “puestín” a quien sobra en la nueva Dirección. Ex-Gerente del SESPA, Ex-Subdirector Médico del HUCA, Ex-Subdirectora de Enfermería del HUCA, Ex-Director de Enfermería del HUCA, etc.. Todos ellos para asesorar a ingenieros y arquitectos. Creamos veinte nuevos cargos directivos en nuestro Hospital, pero ninguno de los antiguos vuelve a trabajar en su puesto de trabajo. Al final va a tener razón un compañero que dice que era interesante que hubiera un cambio de Gerencia cada seis meses; así al final casi todos tendríamos opción a un puestín y sería de por vida.
Si hablamos del volumen general de trabajadores de cara al nuevo hospital, es inconcebible que no tengan un plan de recursos humanos consensuado con los Sindicatos, y que haya empezado el proceso privatizador en Mantenimiento, no cubriendo las dos últimas vacantes generadas en plantilla. Imaginamos que pronto empezarán en la Lavandería y en Cocina. Es el momento que los candidatos por Asturias al Congreso y Senado nos digan qué política sanitaria van a defender, si defienden lo público o lo privado, porque resulta que unos, los del “talante”, privatizaron Arriondas y los de la “gaviota”, expertos en la materia, que cualquier día lo harán hasta con la Casa Real, ahora defienden que el Hospital del Oriente sea público.
El Consejero de Sanidad “ Quirós”, que por cierto, con lo que le gusta la alcachofa cualquier día lo veremos en “salsa rosa” diciendo intimidades de sus subordinados, nos tendrá que decir qué significa la nueva organización en sanidad y los sacrificios que tenemos que realizar los trabajadores. Se negociaron las trasferencias sanitarias a la baja, como en su día habíamos denunciado, y nos empeñamos en hacer un Hospital tecnológica y arquitectónicamente, modelo en España; en resumen, como el que compra un coche muy caro y después no tiene dinero para gasolina.
Y mientras tanto, contentando a los trabajadores con peonadas, la perversión en sanidad. Eso, querido Quirós, es lo que debe de desaparecer de la sanidad pública, pero para eso no solo valen buenas intenciones, hay que tener bemoles.
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